Tanto el vértigo de los hechos del presente, la cotidianeidad que a veces nos agobia como la catarata constante de sucesos pueden generar el error de creer que a la Argentina la construye la dirigencia política pero, muy lejos de eso, está la gente que con cierta frecuencia esos mismos dirigentes no registran y es esa gente, son esas personas las que día a día, con el esfuerzo de su trabajo y con el ansia de sus anhelos, construyen el país peldaño por peldaño, a pesar de todos los reveses.
Suele levantarse entre las 6 y las 6.30 de la mañana para despertar a sus hijos, poner a funcionar el lavarropas y colgar lo que quedó del día anterior. Luego cocina para el mediodía también para la noche y hace alguna compra antes de las 10 que levanta cada día, inclusive los sábados, la cortina metálica de una tienda de ropa femenina en Villa Crespo. No son pocas las tardes que da clases de música, otras dirige un coro de adultos mayores, además estudia canto y hace eventos. Sin ir más lejos está programando dos shows para el mes de Abril “estoy en plena campaña de difusión, venta de entradas”, cuenta.
Dice que le gusta mucho escribir aunque lo hace de un modo más que amateur. “En facebook tengo muchos seguidores que leen mis crónicas de una vendedora de ropa; me dedico a esto hace muchos años, muchas veces se dan situaciones hasta difíciles con las clientas y mi forma de hacer catarsis después de una venta que no resultó es poner la situación en palabras.Es una manera creativa. Siento que a partir del arte podemos vivir mejor”. Aclara que jamás da el nombre real de una clienta pero se nota que le encanta escribir esas anécdotas de vendedora de ropa.
Cuenta que muchos le sugieren que reúna las historias en un libro, que es un proyecto que no descarta. Es amante de las ocurrencias, los memes y el humor en general. Se jacta de hacer humor de todo, aclara que no le gusta el humor negro ni tampoco de catástrofe pero confiesa que le encanta crear polémicas. Se reconoce como adicta a las redes sociales porque le gusta interactuar con la gente.
Describe a su vida de cantante como un camino que comenzó a andar a los 5 o 6 años de edad. Recuerda que no sólo cantaba en los actos escolares sino también en su casa ,mientras escuchaba cassettes de música: –“me gustaba salir al palier de mi casa porque había mejor acústica y allí cantaba”. Su tono es melancólico al acordarse de cuando terminó séptimo grado cantando “Adiós muchachos”, el tango que hizo que la profesora de música, que la acompañaba en el piano, le dijera a su madre que tenía que llevarla a estudiar canto. Y eso fue lo que hizo durante muchos años hasta la actualidad.
Logró un título de educación no formal que le permite enseñar música en clubes y comunidades, trabajar tanto con adultos mayores como con chicos. “Me encanta trabajar con adultos mayores”, dice. Lo hace desde sus 16 años “siento que es un público que vos le das y te devuelve con creces”. Se pone muy pensativa cuando se le pregunta si tuvo una buena infancia “tuve de todo, sería largo de explicar“ dice y supongo que prefiere no hablar del tema. Relata que fue hija única y que en su infancia recibió mucho amor –“también hubo muchos problemas familiares, no voy a ahondar en detalles”.
Respecto de los géneros musicales, si bien siempre le gustó mucho el tango, no es lo que canta en el presente, –“estoy buceando en otros géneros como el romántico, el melódico; de hecho en mi show de Abril no habrá ni un tango”. Agrega que está experimentando y cuenta que la pandemia le sirvió para componer un tema musical a raíz de un hecho fortuito. –“En la pandemia a todos nos pasaron cosas, físicas y emocionales. Cada uno lo vivió como pudo y muchos ya no están para contarlo”. Se siente sobreviviente de ese momento histórico. Hubo algo que la dejó sin cantar, una enfermedad respiratoria que la dejaba sin aire. No poder cantar le producía mucha angustia pero tocar un ukelele que le regaló su marido la ayudó a no estar tan pendiente de su voz, de cómo cantaba”.
Mira hacia arriba como buscando el día que llevó el ukelele a la clase de canto y derramó el agua de su botella sobre las canciones, -“hice un lío tremendo, mojé la mesa, mojé el piso”. Regresó a su casa y se dió cuenta que tenía todas las canciones aún mojadas. –“Me dije qué hago con todas estas canciones mojadas, las tengo que colgar en el tender “. Al verlas colgando se le ocurrió sacar una foto. –“Esto me quiere decir algo, en menos de una hora escribí una canción, le puse música y luego fui al teclado, empecé a decirles a mis contactos: creo que hice una canción. Estaba muy movilizada en ese momento”. A pedido, se anima a cantar una estrofa a capella “aunque la voz de la mañana no es la mejor” pero lo hace y escucho: “dicen que una pandemia es un virus mundial/ el aire nos contamina/nos dejamos de abrazar/nos pusieron tapabocas/ nos hicieron vacunar/ el alcohol y la distancia pasaron a ser social.”
https://www.youtube.com/watch?v=X13HRRNJoXY
-“Me había quedado un show colgado en el 2020 con la pandemia, cuando nos encerraron a todos” continúa y reconoce un ingrediente emocional muy fuerte cuando tuvo que pasar por la apnea obstructiva que la obligó a tener que dormir con oxígeno. Canciones en el tender es su primer tema compuesto y registrado que le dió la oportunidad de grabar en estudio. Está acompañada por quien reconoce como un gran pianista, Dani Cukierman.
Ingrid Strazas canta en francés, en italiano, en hebreo y en idish además de en español y alguno que otro tema que se le cuela en inglés porque le gusta explorar y plantearse desafíos referidos a géneros musicales y también a los diferentes idiomas. Estará el 16 y el 30 de Abril en el teatro Gargantúa, Jorge Newbery 3563, con su show “Canciones en el tender”.
-Si tuvieras que elegir una canción ¿cuál elegirías?
– Creo que Resistiré, es una canción que me acompaña hace muchos años , con la que finalizo todos mis shows porque es la que mejor me describe.
“Cuando pierda todas las partidas/ cuando duerma con la soledad/ cuando se me cierren las salidas/ y la noche no me deje en paz/ Resistiré para seguir viviendo/ soportaré los golpes/ y jamás me rendiré/ aunque los vientos de la vida soplen fuerte/soy como el junco que se dobla/ pero siempre sigue en pie.”
Gracias Ingrid por cantarnos una estrofa de Resistiré. Es lo que todos venimos haciendo en esta Argentina actual que parece estar en caída libre.
Es una entrevista de Gabriela Fernández Rosman
