El Puma y su Medio Ambiente: Controversias entre Ecologistas y Ganaderos

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Se busca lograr un equilibrio entre la actividad agropecuaria y la preservación del puma. 

Por Matías Fidel Cacheiro. 

Grupos conservacionistas, ganaderos y funcionarios de la provincia de Santa Cruz buscan un equilibrio entre la producción agrícola y la protección del puma, uno de los mayores felinos americanos.  

Mientras que para los ecologistas la acción depredadora del puma favorece el desarrollo de la vegetación en zonas desérticas y la llegada de insectos, para los productores ovinos representa una fuerte amenaza para el ganado, una de las principales fuentes de ingresos de la región. 

En el ámbito ganadero, el puma es considerado como una especie perjudicial para la actividad agrícola. Uno de los rubros más afectados es la cría de ovejas.   

Sucede que para estos felinos, las ovejas son más fáciles de atrapar , en cambio, los guanacos y otras especies, como presas naturales del depredador, son más difíciles de cazar. 

Según expertos en vida silvestre, una posible solución al problema sería la utilización de perros de guardia y bombas de estruendo para mantener alejados a los felinos de los rebaños de ovejas, como así también contratar más personal en las estancias ya que los pumas prefieren mantenerse alejados de los seres humanos. Rara vez atacan al hombre. 

Una esperanza para mejorar el panorama es estudiar el comportamiento de estos felinos, máximos depredadores y a la vez equilibradores del ecosistema.

De acuerdo con los conservacionistas, los pumas podrían controlar las poblaciones de guanacos y de otros animales manteniendo o reforzando la biodiversidad. 

El objetivo actual es que tanto quienes viven de la producción ganadera como quienes se dedican a preservar especies puedan llegar a un acuerdo. 

El gobierno de Santa Cruz intenta mediar entre ambas posiciones, pero sin obtener resultados concretos. 

Posiblemente las soluciones lleguen con la eventual instalación de un parque binacional entre Argentina y Chile donde los felinos puedan habitar. 

Los pumas pueden medir hasta 90 cm de altura y alcanzar una velocidad de 90 km/h. Extienden su territorio desde Canadá hasta la Patagonia y son considerados depredadores que cumplen una función importante dentro del ecosistema. 

Se trata del cuarto felino más grande del mundo después del tigre, el jaguar y el león. 

Obtienen una gran variedad de presas como cazadores de emboscada. 

Su principal alimento son los ciervos, pero también comen guanacos y especies tan pequeñas como insectos y roedores. 

Son animales territoriales y su densidad poblacional es baja. La extensión de sus dominios depende de la vegetación y de la abundancia de presas. 

  Según el Ministerio de Ambiente, están catalogados como especie de “Preocupación Menor” en la lista de Categorización de los Mamíferos de Argentina. Esto significa que la especie no califica para las categorías de alto riesgo y probablemente no califique en un futuro cercano porque es abundante y con zona de distribución amplia. 

En este marco, la Fundación Rewilding Argentina define al puma como “el arquitecto del ecosistema” debido a la forma de vida y el rol ecológico que cumple en el suelo de Santa Cruz. Además de la preservación de los felinos se pretende implementar su explotación turística a través de avistajes, de acuerdo con lo manifestado por las autoridades de la Fundación en los medios. 

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