Un plan para Buenos Aires. La ilusión disuelta.

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En la década de 1930, el urbanista Le Corbusier vio que Buenos Aires ya estaba enferma por el caos urbano.

Por Gabriela Fernández Rosman

Si el documentalista Gerardo Panero intentaba encontrar una historia que fascine, lo logró con creces. Parece que fue como un niño explorador en la búsqueda de un tesoro ignoto, un asunto no tan difundido a pesar de que quien concibió originariamente la idea fue el arquitecto y urbanista Le Corbusier.

¿Cómo se disuelven las ilusiones? Hace falta mucho más que un recipiente con agua. Es necesario una máquina de impedir que puede ser un poder político sin voluntad, un aparato burocrático inepto y negligente, ambos no tan difíciles de encontrar. La Gran Depresión, el golpe de Uriburu y la llegada del primer gobierno peronista fue el cóctel propicio para desbaratar cualquier propuesta brillante.

Sin embargo, la ciudad de Buenos Aires podría haber sido diferente si el Plan para Buenos Aires de Le Corbusier en 1929 hubiera tenido cabida y la calidad de vida de sus habitantes muy distinta. Una danza de vistas aéreas con compases de maravillosos travelling envueltos por la magia de la música de Nicolás Aimo nos ayudan a imaginar el casco histórico de la Ciudad de Buenos Aires si el Plan se hubiera ejecutado.

Recuerda Panero que el Plan para Buenos Aires lo empieza a diseñar Le Corbusier en la fecha mencionada, en la única visita que hizo a la Argentina, y enfatiza que toda esa historia o esa ilusión duró alrededor de veinte años. Hasta con cierto tono nostálgico Panero se refiere a cómo hubiera generado espacios verdes, “hacer la famosa ciudad de los negocios sobre el Río de la Plata y una idea de ciudad más ágil, más rápida y conectada entre sí”. Es evidente que la ciudad es otra de la que hubiera podido ser.

No es la primera vez que se ocupa de temas relacionados con la historia de la arquitectura y el urbanismo. Hace unos cuantos años, en el 2013, su documental sobre Amancio Williams tuvo muy buena acogida por el público y si bien “Le Corbusier fue el padre de la arquitectura moderna, Amancio siguió esas mismas ideas” dice. No se olvida de destacar que ambos protagonistas de la arquitectura moderna tenían en común una tenacidad rayana con el empecinamiento para poder lograr sus proyectos, recuerda que Williams colaboró con Le Corbusier en la realización de la “Casa Curutchet” de la ciudad de La Plata. Tal es así que si bien la idea del Plan para Buenos Aires, Le Corbusier la genera a mediados de 1929 pero la abandona cuando se da cuenta que no iba a poder consolidarla, la vuelve a retomar en 1938 y sigue insistiendo durante la década del ’40. El documental seguirá en pantalla en el Gaumont, en principio hasta el 25 del corriente.

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