Mitos y verdades sobre el adiestramiento canino

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De acuerdo con los especialistas hay una serie de mitos y verdades sobre el adiestramiento canino que se deben tener en cuenta. 

Por Matías Fidel Cacheiro.

Entrenadores y especialistas en comportamiento animal de la escuela canina EDUCAN desmitifican varias creencias erroneas sobre las mascotas.

Mito: La mejor edad para entrenar a un perro es entre los 6-12 meses

Realidad: Los perros poseen una característica natural conocida como Neotenia. El perro permanece en un estado de semi-juventud toda la vida, no llega a ser un adulto completo nunca, esto es debido a la domesticación. Lo anterior permite que el perro sea adiestrable toda su vida. Mejor aún es si lo entrenás desde que es un cachorrito cuando todavía no tiene conductas mal aprendidas y es mejor enseñarle todo lo que sí debe hacer en vez de tener que corregir todo lo que no queremos que siga haciendo. 

Mito: Gritar para callarlos

Realidad: La gente que les grita a sus perros y peor aún, les gritan por su nombre, no obtendrán el silencio de su perro. Al contrario, generarán mayor excitación y al mismo tiempo están dando al perro lo que busca al ladrar: atención. Si querés evitar que te ladre o chille, dejálo que durante unos tres días lo haga hasta que se agote de no obtener tu atención. Aprenderá que esta no es manera de atraer la misma, y por el contrario, cuando esté en silencio llamálo, dejálo pasar para estar con vos, o cualquier otra acción que sepas que lo va a reconfortar. 

Mito: Regañar por orinar para educar

Realidad: Orinar es un instinto natural. Si regañás a tu perro cuando él hace esto en un lugar incorrecto, podrías provocar una asociación de la acción de orinar a tu regaño, lo que podría derivar en un perro micciones espontáneas cada vez que lo regañás o llamás su atención. Si ves a tu perro orinando, no te enojes y tomálo o lleválo con neutralidad hasta dirigirlo al lugar en el que sí debe hacer sus necesidades. Al contrario tampoco lo felicites, orinar no es un halago, solo lo estás llevando al lugar correcto.

Mito: Hacernos para atrás cuando se nos acerca un perro lo alejará

Realidad: Si tu perro te roba espacio haciéndose hacia el frente, te salta o se acerca a los extraños de manera invasiva, no alimentes su conducta echando tu cuerpo hacia atrás. Esta acción de echarte hacia atrás comunica en lenguaje canino una invitación para que el perro siga invadiendo tu espacio. Al contrario recobrá espacio caminando hacia él o empujándolo con tu cuerpo. Otra opción es quedarte quieto y no permitir que te siga robando espacio.

 

Mito: no todos los ladridos o gruñidos son para atacar

Realidad: Son innumerables las veces que nos ha tocado ver gente estresada porque sus perros gruñen o ladran al jugar, o cuando perros extraños ladran o gruñen frente a otras situaciones. Existen más de 30 tipos de ladridos y gruñidos para comunicar diferentes mensajes entre los perros. El más común se da en los parques caninos, si los perros están moviendo la cola y tienen su mandíbula y orejas relajadas, dejálos, sólo están jugando y explorando sus instintos caninos.

Mito: Un jardín gigante para que mi perro sea feliz

Realidad: Los perros son gregarios (les gusta andar en manadas) por naturaleza. Considerá que si ese gran jardín, no viene acompañado de otros perros o de tu familia, entonces tu perro será realmente infeliz. Departamentos, lofts, casas, mansiones, no importan para él. Lo que realmente le interesa es la compañía y la satisfacción de sus instintos naturales. 

 

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