Ventana al cielo
de Anselm Grün
La famosa frase: “Si quieres construir un barco, enseña a las personas el anhelo del mar” proviene de Saint- Exupery. En el anhelo se encuentra entonces una fuerza que nos habilita a abordar bien concretamente las utopías. El anhelo ha impulsado a las personas de la Edad Media a construir catedrales elevadas: esta arquitectura vivía del anhelo. La música vive del anhelo. Ella abre una ventana al cielo. Todo arte es, en última instancia, la expresión de un anhelo del otro. El anhelo tiene la fuerza de dinamitar el hormigón, de partir la coraza que hemos construido en torno nuestro para ser insensibles frente al otro . El anhelo abre nuestro mundo estrecho. Mantiene abierto el horizonte sobre nosotros. El anhelo no desoye los hechos alarmentes de la vida: Nos coloca en el sendero de la esperanza que nos permite ver la realidad sin desesperar.