Es la tercera vez que un Gobierno presidido por el conservador Mark Rutte, el primer ministro neerlandés que más tiempo lleva en el cargo, se desmorona.
Por Matías Fidel.
En solo 18 meses, las diferencias entre los socios del Ejecutivo en materia de inmigración han hecho que vuelva a pasar: Rutte comunicaba al Rey este sábado la dimisión.
Los socios de la coalición han tenido desavenencias en distintos campos, como la energía, la transmisión ecológica o los problemas de vivienda, pero ha sido en materia migratoria donde los partidos han topado con “diferencias irreconciliables”, en palabras del propio Primer Ministro.
Fue el pasado miércoles cuando Rutte tensó las negociaciones al presentar una propuesta para limitar el número de parejas e hijos menores de refugiados de guerra que entran en el país. Según medios locales, el partido del primer ministro quiere poner un tope de entrada de 200 al mes.
Además, popone que las familias provenientes de territorios en guerra tengan que esperar dos años para reencontrarse y solo puedan tener un permiso de residencia de tres años, con vistas a que termine el conflicto en su país de origen. La inflexibilidad de Rutte ha sido terminado por romper la cuerda. Algunos analistas políticos consideran que se trata de una maniobra que puede ayudar al partido de Rutte a recuperar terreno frente a otras formaciones..
El número de solicitudes de asilo recibidas en Holanda pasó de 36.620 en 2021 a 47.991 el año pasado. La mayoría de los solicitantes procedían de Siria.
