Castillo destituido

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Los legisladores peruanos destituyeron al presidente Pedro Castillo en un juicio político, horas después de que el mandatario anunciara sorpresivamente la disolución del Congreso, en una escalada de una crisis política ocasionada por la constante pugna entre ambos poderes.
La medida de Castillo, previo a enfrentar un tercer intento de destitución promovido por legisladores de la oposición, había provocado dimisiones de ministros clave del gobierno y denuncias de un “golpe de Estado” por parte de miembros del Congreso.
Castillo había sido convocado al Congreso para que responda a acusaciones de “permanente incapacidad moral” para gobernar, en medio de varias investigaciones de fiscalía de presunta corrupción.
El Congreso apuró la decisión y destituyó a Castillo con 101 votos a favor -con el apoyo e legisladores de derecha e izquierda-, seis en contra y 10 abstenciones.
Estados Unidos había rechazado cualquier acto inconstitucional de Castillo para impedir que el Congreso cumpla con su mandato, dijo el miércoles el embajador estadounidense en el país andino, Lisa Kenna, en Twitter.
Castillo, un líder de izquierda que asumió al poder en julio del 2021, había anunciado un gobierno de “excepción”, al tiempo que convocaría en el más breve plazo a elecciones legislativas, con facultades constituyentes, para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses.
El presidente anunció también la reorganización del Poder Judicial, la fiscalía y el Tribunal Constitucional, y refirió que durante el periodo de “interregno” por el cierre del Congreso se respetará el actual modelo económico del país.
Hace tres décadas, el exmandatario Alberto Fujimori, actualmente preso por abusos a los derechos humanos y corrupción, ordenó también la disolución del Congreso, con similares medidas en torno al sistema judicial.
“En atención al reclamo ciudadano a lo largo y ancho del país tomamos la decisión de establecer un gobierno de excepción orientado a restablecer el estado de derecho y la democracia”, dijo Castillo en un discurso.
Castillo también declaró un toque de queda a nivel nacional desde la noche del miércoles hasta la madrugada del jueves y pidió a los que poseen armas ilegales las entreguen a la policía en un plazo de 72 horas, bajo pena de cárcel si no lo hacen.
Varios legisladores de oposición consideraron la decisión de Castillo como un “golpe de Estado” e hicieron llamados a las fuerzas armadas para “restablecer el orden constitucional”.
Además, todas autoridades del sistema judicial condenaron la decisión de Castillo. “Es un golpe de Estado, un quebrantamiento del orden constitucional”, dijo en conferencia de prensa el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Morales.
El presidente del Congreso, José Williams Zapata, convocó a las 1500 hora local (2000 GMT) a la vicepresidenta Dina Boluarte para que asuma el poder y complete el periodo hasta el 2026. Sería la primera mujer que ocupará la presidencia en Perú.
Boluarte, una abogada de 60 años que fue hasta hace poco ministra de Inclusión Social, estaba siendo investigada por el Congreso por una supuesta infracción constitucional, pero el Legislativo la absolvió esta semana de todos los cargos.

Castillo en una Prefectura policial.

Imágenes de televisión local mostraron a un compungido Castillo sentado, junto a uno de sus funcionarios clave, en una habitación de la prefectura policial de Lima, hasta donde llegó luego la fiscal general, Patricia Benavides.
No estaba claro de inmediato si el mandatario efectivamente había sido detenido por las fuerzas policiales.
Los gobiernos de México, Argentina, Chile y Colombia expresaron en forma separada su preocupación por la situación en Perú e hicieron un llamado al diálogo para superar la crisis.
Las Fuerzas Armadas y la Policía nacional emitieron un comunicado conjunto en que afirmaron que Castillo está facultado a disolver el Congreso si es que el parlamento censura dos gabinetes de ministros; y que cualquier acto contrario a ello “constituye una infracción a la Constitución”.
La semana pasada el Congreso había negado por primera moción de confianza a un gabinete de Castillo, aunque sin proceder a una votación, alegando que no se cumplía con los requisitos legales.
Tras la decisión de Castillo, los ministros de Economía y de Relaciones Exteriores anunciaron su renuncia por Twitter.
“En estricto apego a mis convicciones y valores democráticos y constitucionales, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión del Presidente Castillo de cerrar el Congreso (…) violando la Constitución”, dijo el ahora excanciller César Landa.
En medio de la crisis, la moneda peruana, el sol,, se apreció al cierre un 0,31%, a 3,8200/3,8250 unidades por dólar, luego de que el Banco Central anunció la venta de 10 millones de dólares casi al final de la sesión. La bolsa recortaba pérdidas.
Perú ha vivido desde hace años en una constante turbulencia política por una fuerte pugna entre el Congreso y el Gobierno.
Desde el 2016 el país ha tenido cinco presidentes, incluyendo a Castillo. En el 2018, Pedro Pablo Kuczynski renunció antes de una votación de destitución, mientras que Martín Vizcarra fue defenestrado en el 2020 por el Parlamento.
(Reporte de Marco Aquino. Editado por Javier López de Lérida, Marion Giraldo y Manuel Farías).

Agencias

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