Por Alejandra Ledezma
1984 de George Orwell es una novela de ciencia ficción publicada por primera vez el 8 de junio de 1949. La trama se sitúa en una de las tres potencias mundiales: Oceanía, un país totalitario que está sumido en la emergencia debido a la guerra con las otras dos potencias: Eurasia y Asia Oriental. El protagonista es Winston Smith, un funcionario de la propaganda del régimen, que de manera espontánea comienza a rebelarse. Se contacta con miembros de la “resistencia” pero en realidad es una trampa del sistema para atrapar a posibles rebeldes. Es arrestado y mediante mecanismos de tortura el Estado consigue eliminar todas sus ideas y pensamientos insurgentes. La novela culmina con Winston destrozado tanto física como mentalmente.
Con una narrativa marcadamente distópica, el autor muestra el funcionamiento de los mecanismos de represión del régimen totalitario y como éstos afectan al individuo. Se esboza una descripción precisa de cómo el Estado reprime a sus ciudadanos más allá de lo físico, creando una cultura de vigilancia continua, con cámaras distribuidas hasta en el rincón más ínfimo. La sensación de no poder confiar en nadie está presente todo el tiempo, sin importar si se trata de amigos o familiares, cualquiera puede ser delator.
La justificación de esta represión es la guerra constante de Oceanía con las demás potencias. A través del enemigo externo se justifica la contradicción de suprimir las libertades individuales para salvaguardar la democracia, y todo aquél que se oponga a esta manera de proceder es considerado un espía.
A pesar de ser un Estado totalitario, este no se define como tal. Técnicamente este proceso es “temporal”, pero pareciera no terminar jamás y el Estado se esfuerza para que eso no suceda. El control del relato es constante: toda la información recibida por los ciudadanos es producida y editada por el Estado de Oceanía, con su orientación ideológica. La parte más aterradora del totalitarismo del régimen de 1984 es la capacidad de cambiar el significado de palabras como libertad y democracia, ajustándolo a sus intereses y así cambiar la percepción de la realidad.
Temas como la lingüística y la filosofía del lenguaje se expresan en esta obra de una manera clara y fácil de entender.
El Partido que gobierna Oceanía está dirigido por una figura denominada: “El gran hermano”. Su descripción da la sensación de estar inspirada en Stalin, aunque eso queda a la libre interpretación del lector. Así mismo se puede comprender que no se trata de una persona real, sino de la representación ideológica del Partido, cuyo eslogan es: “La guerra es la paz; libertad es la esclavitud; ignorancia es fuerza”. “Quien controla el pasado controla el futuro; quien controla el presente controla el pasado”. “El Gran Hermano te vigila”.
Cabe destacar que la publicación de este libro es posterior a las dos guerras mundiales, donde transcurrieron regímenes totalitarios. Orwell describe características típicas de la época tales como la propaganda bélica.
En conclusión, 1984 es una obra magistral e imprescindible; una de las más grandes, significativas e influyentes de los últimos tiempos. Trata de forma clara temas de suma importancia, que no deben ser ignorados si se quiere comprender el funcionamiento de un sistema distópico. El autor expresa un argumento visionario y adelantado para su época, con elementos variados, como ciencia ficción, ideologías políticas, simbolismos, manipulación psicológica y emocional. Su lectura es ligera y atrapante. El argumento invita a la reflexión y debate profundos sobre diversos temas y aspectos de la vida. Una obra escrita hace más de 70 años que continúa siendo tan vigente en la actualidad.
